lunes, 21 de septiembre de 2009

LA INESTABILIDAD AFECTA A LOS CLUBES DE FITNESS

Todos sabemos que el mundo está atravesando una crisis a nivel global. Esto a creado una especie de psicosis en el consumidor final, que nos ha llevado a una disminucion del volumen de clientes que desean iniciarse en un programa de fitness. Por otro lado, los que consideran el Fitness como una actividad necesaria buscan soluciones para ahorrar dinero en sus cuotas.

Ante esta crisis, el gerente de un gimnasio se debe de planificar sus objetivos, y visualizar el fin de la crisis en una posición mejor que la de la competencia, y aprovechar este periodo para ajustar costes y mejorar en la calidad del servicio.


Tras una reflexión objetiva y desde el punto de vista de los clientes, debemos de cambiar nuestra estrategia de marketing hacia una captación de clientes indecisos pero que ven necesario el fitness en sus vidas, donde la relación calidad-precio es fundamental para decidir que centro entrena. Además, y siguiendo las tecnicas de los centros comerciales y grandes cadenas de supermercados, ofrecer una rebaja considerable por compras de volumen, comprando así la fidelidad del cliente (y no comprar en otro sitio ya que tiene los meses abonados en el nuestro). Nuestro cliente habitual, necesita estimularse con ofertas que le permitan descuentos importantes que premien su fidelidad, y que temgan mayor descuento que los nuevos, sino creamos un malestar entre nuestros clientes. En fin que tenemos que rebajar nuestras perspectivas de crecimiento por la "compra" de fidelidad, eso si dentro de nuestras cuotas de equilibrio, ya que el "tirar" los precios, ademas de devaluar nuestro servicio nos llevará a la quiebra.


Con respecto a la retencion de los clientes hay que trabajar sobre ellor como si fuesen nuestros hijos (que lo son de alguna manera) ya que dependen de nosotros para hacer realidad sus objetivos. Una mayor atención, un cuidado especial de las instalaciones e inangibles como fiestas, quedadas, etc... son estrategias bien vistas por los clientes.


Sober todo no hay que olvidarse de ESCUCHAR a nuestros clientes, ya que son ellos los que mantienen vivo nuestro club de fitness.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

LA COMPETENCIA me hace bajar los precios.



Cada día son más los centros que, acostumbrados a trabajar en la zona sin competencia (o con competencia casi inexistente), se encuentran con la apertura de un macro-mega-híper-gimnasio de una cadena local o extranjera.
El propietario nunca se había acordado de mirar por la satisfacción de sus clientes, descuidaba sus instalaciones,…, pero ahora tras la apertura un 40% de los clientes se han marchado, y la gente no viene a preguntar por nuestra instalación. Tristemente, esta es la historia de muchos gimnasios de barrio, que se ven azotados por la gran capacidad financiera de los gimnasios de enormes proporciones. ¿Qué hago?
El propietario del gimnasio de barrio, por lo general, lo primero que hace es hacer una súper oferta regalando meses, o mejor dicho tirando los meses, creyendo que el precio es uno de los factores importantes para que la gente vaya a este u otro. Señores Propietarios: NO SE PUEDE COMPETIR CON PRECIO. Nuestro gimnasio tiene una cuota mínima por cliente, si tiramos los precios nos obliga a incrementar el numero de estos para conseguir la facturación de equilibrio, así como devaluar la imagen de los gimnasios, quienes con un servicio igual pasarán a pagar la mitad, sin haber reducido los costes. (Por lo que habrá que duplicar el número de socios activos). Esta solución nos hace cada día menos competitivos, nos deja sin liquidez (ya que es imposible duplicar el número de clientes), y devalúa el valor del servicio. ¿Qué DEBO HACER?
Lo importante es no ponerse nervioso y anticiparse a las consecuencias de la apertura, normalmente ellos avisan de su presencia con antelación suficiente para que puedas reaccionar. Hay que realizar un análisis DAFO, para averiguar si realmente hay alguna ventaja competitiva en la que podamos ganar la partida:
A destacar nuestras fortalezas:
· Atención muy personalizada
· Culturismo
· Artes marciales
· Estudio de Pilates
· Actividades outdoor
· …
También convendría hacer un análisis DAFO de la competencia, para averiguar donde no podemos competir con ellos:
A destacar sus fortalezas:
· Precio (tienen mucho dinero).
· Calidad de las maquinas.
· Calidad de las instalaciones
· Servicios paralelos (estética, cafetería, spa,…)
· …
A destacar sus debilidades:
· Servicio impersonal (al no ser con un servicio de PT)
· Masificación en horas punta
· …
Ya tenemos los puntos en los que somos más fuertes, los puntos en los que no podemos competir y conocemos sus debilidades.
Ahora tenemos que hacer de sus debilidades nuestro punto fuerte. De esta manera competiremos, si no pereceremos víctima del ¿Qué voy a hacer yo contra ellos?
Basta ya de lamentaciones, ponte manos a la obra y DIFERENCIATE, ESPECIALIZATE, y se un verdadero profesional de tu negocio, los cambios a tiempo son cambios efectivos.
POR FAVOR no bajes los precios con ofertas de un año por 150 €. Con ese cliente no pagas ni la luz de un mes. Y lo tienes consumiendo durante un año. (Al no ser que quieres posicionarte en un LOW COST).

Alberto A. Roca.
http://www.gestiongimnasios.com/

viernes, 4 de septiembre de 2009

LA BUENA SUERTE NO EXISTE



Hace poco cayó entre mis manos un libro sobre la buena suerte, la verdad es que sus reflexiones y su historia me ha hecho reflexionar sobre el tema de la buena suerte y como se aferra a quien la busca y crea las circunstancias para que esta venga.

Tratando de extrapolar el tema de la buena suerte al mundo del fitness, en lo que al entrenamiento se refiere, muchas veces he oído la frasecita:

"que suerte tiene de tener una genética tal o cual",

no fijándose en las horas que entrena, el tiempo que lleva entrenando, su alimentación, su modo de vida (descanso, excesos,...).

Si lo miramos en el mundo empresarial también he oído infinitas veces:

"que suerte tiene fulano, el negocio le va viento en popa"

lógicamente, no nos fijamos en las horas que pasa sin dormir, pensando en su negocio, ni el patrimonio familiar que tiene avalando su inversión.

La verdad es que la suerte es un bien codiciado por todos, la gente juega a la lotería, quinielas, bingos, etc, pero esto es una suerte a secas, una suerte que se debe al azar y que tiene sus probabilidades de que ocurra, pero a lo que me refiero yo es a la suerte que uno se busca, que uno crea.

En el mundo de la gestión de centros de fitness, hasta hace unos años, cualquiera que inaugurase un gimnasio, tenia la "suerte" de contar con un puñado de clientes que deseaban un gimnasio cerca de su casa, o simplemente querían cambiar de gimnasio porque en el que estaban, no encontraban la atención que ellos se merecían (constante problema de los gimnasios). Ahora las magnitudes de las inversiones para competir con las cadenas nacionales e internacionales, hace que el perfil del gerente del gimnasio cambie a una persona emprendedora o inversora con conocimientos empresariales, con lo que el sector se profesionaliza y aumenta su calidad y perfecciona su gestión. Por lo tanto el factor suerte deja de tener fuerza y toma relevancia el trabajo bien hecho:

Un buen trabajo de estudio de mercado, con el conocimiento de la población, nichos de mercado,... una buena planificación de actividades y servicios acorde con la demanda, y una política de precios acorde con los gastos que acarea proporcionar estos servicios.

Tampoco hay que descuidar las labores de formación del personal, con su estructura adecuada de mandos intermedios y responsables, una formación adaptada al tipo de centro que queremos.

Unos procesos bien definidos, con los que poder saber lo que hay que hacer (now how) en todos los ámbitos (servicio y gestión), con el fin de lograr la excelencia en el servicio y la retencion y recomendación de nuestros clientes.

También una buena planificación estratégica con la filosofía Balance Scorecard, con sus indicadores y sus procesos asociados para saber a tiempo real los problemas de nuestra instalación.

Un plan de marketing medible y efectivo, una atención al cliente exquisita, un buen mantenimiento y limpieza de las instalaciones, etc,...


Todo esto son las condiciones para que la buena suerte se alíe con nosotros y nuestro proyecto empresarial. La buena suerte no existe, se manifiesta allá donde el trabajo bien hecho crea las circunstancias para que el negocio funcione.